Esta mañana, cuando he ido a la cocina para desayunar, he visto un trozo de bizcocho encima de la mesa que ya nadie se lo comía. Dado que no me gusta tirar la comida, me he puesto a buscar algunos ingredientes para aprovechar ese trocito solitario de bizcocho.
La verdad es que no sabía cómo iba a quedar hasta que no lo he acabado. Iba añadiendo ingredientes hasta que me gustara tanto en textura, como en sabor.
Finalmente el resultado ha sido bueno: no es un postre muy pesado, y además está buenísimo.
Aquí os dejo la receta:
Ingredientes
Para 4 – 6 copas:
- 3 yemas de huevo
- 50 g. azúcar
- 2 x 3/4 (3/2) vasos de zumo de melón (yo lo he triturado en la Thermomix, sin azúcar ni nada, puesto que el melón ya es muy dulce)
- 8 galletas aproximadamente
- 1 trozo de bizcocho
- Praliné de avellana (os he puesto un enlace a la receta de praliné que he hecho, aunque también lo podéis comprar si no queréis liaros mucho).
Elaboración
- Montar el azúcar con las yemas (este paso puede que no haga falta).
- En un cazo, echar las yemas con el azúcar y 3/4 de vaso de zumo de melón. Calentar a fuego lento y sin dejar de remover hasta que espese y se forme una crema muy espesa.
- Retirar del fuego. Añadir otro 3/4 de vaso de zumo de melón y mezclar bien.
- Por otro lado, desmigar el bizcocho y machacar las galletas (no demasiado, lo justo para que no queden trozos muy grandes). Mezclar ambas cosas.
- Para servirlo, yo lo he montado en copas. Primero he puesto un poco de la mezcla de galletas y bizcocho, a continuación dos cucharadas de la crema de melón. Después unas gotitas de praliné; y luego he repetido (galletas, crema, praliné) hasta llenar la copa.
- Meter en la nevera, tapado con film, hasta la hora de servir